Américo Vespucio: Un nombre para el Nuevo Mundo



I. La Juventud de Vespucio


Amerigo VespucciEra el 9 de marzo de 1454 cuando nació en Florencia Américo Mateo Vespucio, hijo de Nastagio Vespucio, notario, y de Lisa Andrea Mini. Muy rápidamente, Américo y sus hermanos y hermana, Girolamo, Bernardo y Agnoletta, fueron abandonados por su madre que prefería ocuparse del primogénito Antonio.
Américo aprendió mucho al lado de su tío, Giorgio Antonio, quien frecuentaba la Casa de los Medicis, alto lugar de la cultura florentina. Los pintores florentinos de la época, tales como Leonardo da Vinci y Sandro Botticelli, se interesaron mucho por la familia Vespucio.

Entre 1478 y 1480, el tío de Américo, jurista de renombre, decidió llevarlo a Francia para servirle en calidad de secretario de embajada. Esta estancia en París permitió a Américo entrar en contacto con los personajes más ilustres de la Corte francesa y numerosos comerciantes florentinos, venidos a Francia por sus negocios.

En la capital francesa, Américo encontró seguramente a Bartolomé Colón, que había venido a solicitar al rey Luis XI una ayuda para su hermano en sus proyectos de descubrimiento de una nueva ruta para las Indias.

En 1482, el padre de Américo murió y esto lo obligó a regresar a Italia para ocuparse de la sucesión familiar, como lo había pedido Nastagio en su testamento. Obtuvo enseguida un puesto de intendente en la Maison de Lorenzo de Pier Francesco (llamado el "Popolano"), una de las ramas de la familia Medicis.
La Maison de Lorenzo de Pier Francesco era el lugar de encuentros y discusiones de los poetas, de hombres de letras, de filósofos, de científicos y pintores de Florencia. En el transcurso de estas reuniones se discutía sobre las diferentes razas y la posible existencia de tierras al sur del Ecuador.

Américo no tenía muchas relaciones con su familia, excepto con su hermano menor Bernardo por quien tenía mucho afecto. Amigo de las mujeres, pero enemigo del matrimonio, Américo mantenía relaciones efímeras con muchachas alegres.


II. Américo en Sevilla


La familia Medicis hizo comercio en toda la península ibérica. En septiembre de 1489, el comunicante de Lorenzo de Pier Francesco le informó de la mala gestión de las cuentas de Sevilla. El "Popolano" decidió entonces enviar hombres de confianza para restablecer el orden.
Es así que Américo se reunió con Juanoto Berardi en la capital andaluza a comienzos del año 1492.

Desde más de diez años, Juanoto Berardi , trabajando para los Medicis, era el comerciante florentino más influyente en Andalucía.
En abril de 1492, en el momento en que Cristóbal Colón y los Reyes Católicos firmaban las "Capitulaciones de Santa Fe" en Lugo, Berardi y Francesco Riberol (futuro banquero y amigo de Colón) esperaban ellos también para firmar un tratado que les autorizara a conquistar la isla de Palma.
No se sabe si Vespucio encontró a Colón en esta ocasión. Pero es cierto que él estaba presente en Barcelona cuando el Almirante fue recibido triunfalmente de su primer viaje. Desde este día, Américo Vespucio y Cristóbal Colón mantendrían relaciones comerciales los primeros tiempos, después de amistad y de real confianza.

Al servicio de Berardi, Vespucio tomó parte en la tripulación de la segunda flota de Colón en ruta para las Indias, la cual reprendió la mar en Cádiz el 25 de septiembre de 1493. Al comienzo del año 1494, Bartolomé Colón se puso de acuerdo con Berardi y Vespucio para preparar el viaje que debía emprender en abril. Los acuerdos comerciales consistían en cargas de esclavos negros.

A fin del año 1495, Berardi murió. Pero eso no detuvo para nada a Américo Vespucio quien llevó una flota de 4 navíos que salieron a la mar en febrero de 1496. Pero las naves naufragaron cerca de las costas de Cádiz, Rota y Tarifa.
En junio de 1496, al momento en que Vespucio dio cuentas de su naufragio, Cristóbal Colón regresaba de su segundo viaje y entabló con el florentino grandes relaciones.


III. Los viajes de Vespucio


Amerigo Vespucci

Que Vespucio se interesara al Nuevo Mundo entrevisto por Cristóbal Colón, el hecho es innegable. Pero la principal cuestión que se hacen los historiadores es el número de viajes que el florentino hubiese realizado realmente. El nombre de Vespucio no figura en ninguna lista de tripulación y la única cosa que sabemos de sus viajes, la conocemos a traves de sus cartas.

En la primera de sus cartas, Mundus Novus, que dirige a Lorenzo de Pier Francesco en el mes de mayo de 1503, Vespucio cuenta su viaje bajo pabellón portugués. Habría dejado Lisboa el 14 de mayo de 1501, pasado el Cabo Verde y desembarcado sobre la "Tierra Firme" (entre Venezuela y Brasil). Él da cuenta de su impresión de encontrarse frente a un Nuevo Mundo.

La segunda carta de Vespucio está dirigida el 4 de septiembre de 1504 a Piero Solderini, Magistrado supremo de la República Florentina. Describió cuatro viajes hacia el Nuevo Mundo: Los dos primeros al servicio de los Reyes Católicos, y los otros dos al rey Don Manuel I de Portugal.

- Cádiz, 18 de mayo de 1497 - 15 de octubre de 1498: Vespucio afirma haber tocado la Tierra Firme (16°N - 90°O), lo que retiraría a Cristóbal Colón la primacía del descubrimiento del continente americano. Pero los relevamientos no corresponden a ningún punto de la costa sino a un lugar que se encuentra en el interior de Honduras.

- Cádiz, 16 de mayo de 1499 - 8 de septiembre de 1500: Esta expedición coincide con la de Hojeda que pasa por Trinidad y Honduras.

- Lisboa, 10 de mayo de 1501 - 7 de septiembre de 1502: Es el viaje que describe en "Mundus Novus" donde habría sido el piloto de la expedición. Según esta versión, el objetivo del viaje era la búsqueda de un pasaje al sudoeste en una latitud que estaría cerca del estrecho de Magallanes.

- Lisboa, 10 de mayo de 1503 - 18 de junio de 1504: Este viaje no es fácil de identificar. Tal vez corresponde al de Gonzalo Coello.

Las cartas dirigidas a Lorenzo de Pier Francesco son diferentes. Las rutas indicadas en las dirigidas a Solderini no se corresponden más.
Que Vespucio haya participado de los viajes al Nuevo Mundo es cierto. Pero el número de viajes, las fechas y lo que él describió es muy incierto.
Sin embargo, los geógrafos, los astrónomos, los eruditos y los comerciantes pueden descubrir en las cartas de Vespucio informaciones preciosas (el uso de la coca, combates con tribus caníbales, la descripción de animales desconocidos, la utilización de la hamaca, etc...).

A fin del año 1504, Vespucio se encuentra en Sevilla. La ciudad ha sufrido grandes cambios. Su amigo Cristóbal Colón cayó en desgracia; la reina Isabel la Católica está muerta. Vespucio no se hacía valer más que por su talento de escritor, entonces pasa también por un charlatán.
No obstante, en febrero de 1505, el rey de España nombra a Vicente Yáñez Pinzón y Américo Vespucio, capitanes de una próxima expedición hacia las Indias. Durante un año los dos hombres preparan el viaje, pero en noviembre de 1506 el rey Fernando muere y el proyecto es abandonado.

En 1507, Vespucio trabaja para la "Casa de Contratación" de la que deviene primer piloto. Su trabajo consistía en designar los pilotos y dibujar las rutas de las futuras expediciones. Esta tarea le impide navegar. Vespucio que esperaba ver con sus propios ojos otras maravillas debe contentarse de los relatos de otros descubridores.

Américo no tuvo más contactos con su familia. Su madre murió en 1509 y él mantuvo entonces algunas relaciones con sus hermanos Bernardo y Antonio.
El 9 de abril redacta su testamento en el cual hace de sus hermanos sus herederos. Desde esta fecha la historia ha perdido el rastro de la vida de Vespucio. No sabemos nada más de él hasta que muere el 22 de febrero de 1512, posiblemente de las consecuencias de la peste que asoló Sevilla en 1510.


IV. Américo, un nombre para el Nuevo Mundo


Américo Vespucio estaba muerto, pero su nombre iba a hacer correr mucha tinta. Todos saben que el continente americano fue bautizado a partir del nombre del navegante florentino. ¿Pero cómo se ha llegado ahí si todo el mundo admite que fue Cristóbal Colón el primero en haber puesto el pie sobre el continente americano?

Cristóbal Colón habría desembarcado en Venezuela y se habría encontrado frente al Orinoco. Pensando haber desembarcado una vez más sobre una de las numerosas islas del Caribe, renuncia a explorar esta nueva tierra. Pero los datos que consigna en su diario de a bordo confirman que sin duda él había hecho pie sobre el continente.

¿Entonces por qué no haberlo bautizado "Colombia" ? Este "error" geográfico, esta "impostura" dirían algunos, la debemos a un geógrafo de Saint Dié en Francia. En esta pequeña ciudad de los Vosgos, en Lorraine, un imprentero de nombre Gauthier Lud decide en 1507 reeditar la "Cosmografía de Ptolomeo", la obra geográfica de referencia de esta época.

Los numerosos descubrimientos de estos últimos años implicaban que se la corrigiera. Para trazar y grabar los nuevos mapas se hizo llamar a un joven geógrafo de nombre Martin Waldseemüller.
¿Sobre qué bases iría a apoyarse para la descripción de estas nuevas tierras? Es entonces que se recordó que un cierto Américo Vespucio fue el primero en haber escrito del Nuevo Mundo en su carta de 1503 titulada "Mundus Novus".

Es así que el 25 de Abril de 1507, una obra de 52 páginas fue publicada, en la cual aparecen los mapas de las tierras nuevamente descubiertas y los relatos de los 4 viajes de Vespucio.
El nombre de Vespucio aparecía sobre la tapa de la obra como siendo el descubridor del Nuevo Mundo. En el interior del libro, se decía que Américo había sido el primero en revelar estas tierras al mundo.
Waldseemüller menciona también la cuarta parte de la tierra (hasta entonces sólo 3 continentes se conocían; América sería la cuarta) y agrega como proposición personal, "que podría llamársele en adelante tierras de Américus o América, ya que es Américus quien las ha descubierto".

Es entonces el 25 de abril de 1507, que fue bautizado el Nuevo Mundo. Porque es esta proposición de un geógrafo de provincia que la historia va a retener.
Qué injusticia dirán algunos. Pero en esta época nadie tenía nociones precisas del continente. Ni siquiera Cristóbal colón quien creyó hasta su muerte haber navegado entre las numerosas islas de las Indias.

Entonces este nombre de América propuesto por Waldseemüller, tan potente fonéticamente, iba a imponerse pronto y a ser adoptado en algunos años por todos aquellos que descubrirían Brasil, Chile, Argentina y todo el Nuevo Mundo.



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