Gabriel García Márquez nació el 6 de marzo de 1928 en Aracataca, pueblo de Colombia. Es hijo de un telegrafista, Gabriel Eligio García, y de una joven muchacha de la burguesía local, Luisa Santiaga Márquez. Pero fue verdaderamente criado por sus abuelos maternos. Su abuelo, Nicolás Márquez Iguarán, un antiguo coronel, era su compañero y confidente. La abuela, Tranquilina Iguarán Cotes, mujer nerviosa y visionaria, entraba por la noche a su cuarto y lo aterrorizaba con sus historias de aparecidos. La casa y su ambiente constituyeron el marco de numerosos cuentos y novelas. En 1936, estudia en el colegio de Barranquilla, después en un internado de Zipaquira donde obtiene en 1946 el bachillerato.
En 1947, estudiando derecho en la universidad de Bogotá, publica en El Espectador su novela corta: La tercera resignación, primera de una serie escrita de 1947 a 1952.
Después del asesinato del líder político Jorge Eliécer Gaitan, estando la universidad cerrada, él se reune con su familia en Cartagena, donde colabora en El Universal, nuevamente fundado.
Vuelto periodista en El Heraldo de Barranquilla, hace amistad con Alvaro Cepeda Samudio, Alvaro Mutis y Plinio Mendoza. Durante estos años de bohemia estudiantil, él descubre Faulkner, Hemingway, Virginia Woolf, Kafka, Joyce.
Escribió La hojarasca que será publicada en 1955. Reportado a Bogotá por El Espectador (a partir de febrero de 1954), relata en particular con humor las tribulaciones del marino Luis Alejandro Velasco (1955, reeditado en 1970 bajo el título de Relatos de un náufrago).
Enviado a Europa en julio de 1955, se traslada a Ginebra, después a Roma, donde se inscribe en el Centro Experimental de cine. Algunos meses más tarde el cierre del diario por el dictador Rojas Pinilla, lo sorprende en París. Pronto sin dinero, refugiado en el último piso de un hotel del Quartier Latin, trabaja en La Mala hora (publicada en 1962), de la que él separa una parte constituyendo El coronel no tiene quien le escriba (revista Mito, 1958: primera edición en 1961).
En 1958, visita Alemania del Este, la Unión Soviética, Hungría, vive de nuevo en París, después en Londres y en Caracas, antes de ganar Colombia, donde él esposa a Mercedes Marcha Pardo.
Poco después del triunfo de la revolución cubana, abre en Bogotá con Plinio Mendoza, una oficina de la agencia de informaciones Prensa Latina, para la cual él trabaja después en La Habana y New York. Dimisionario en junio de 1961, se instala en México, escribe los escenarios y las novelas cortas de Los funerales de la Mamá Grande (1962). En 1965, comienza la redacción de Cien años de soledad cuya publicación en Buenos Aires, en abril de 1967, le valdrá en seguida la celebridad en toda América Latina y pronto en Europa.
En Barcelona, donde él vivió de 1968 a 1974, publica en 1972 La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada. Simpatizante activo de los movimientos revolucionarios latinoamericanos, finanza con un gran premio literario (II Rómulo Gallegos 1973) la campaña electoral del M.A.S. en Venezuela, colabora en Colombia en la fundación del semanario Alternativa (1974) y escribió la novela barroca política: El otoño del patriarca (1975). En 1978, crea la fundación Habeas para la defensa de los derechos humanos de los prisioneros políticos en América latina y visita en esta intención al Papa y al Rey de España (1979).
Vuelto universal y popular por la originalidad y la fecundidad de su imaginación creadora, él ve en abril de 1981, su novela Crónica de una muerte anunciada, publicada simultáneamente en Bogotá, Barcelona y Buenos Aires, alcanzar un primer tiraje de dos millones de ejemplares. Laureado con el premio Nobel 1982, es también el autor de El amor en los tiempos del cólera (1986) y de una ficción sobre los últimos días de Bolívar: El general en su laberinto (1989).