Cuba: Historia de Cuba



Cristóbal Colón en Cuba

Cuba fue descubierta por Cristóbal Colón el 28 de octubre de 1492, durante su primer viaje hacia lo que él creía era el imperio del gran Khan. La isla estaba habitada entonces por alrededor de cien mil amerindios: Guanajuatabeyes, Ciboneyes, Tainos, Arawaks, así como por tribus antropófagas, los caribes. La isla fue bautizada según su nombre indígena, Cubanascan. Juan de la Cosa hizo relevamientos cartográficos y Sebastián de Ocampo fue el primer europeo en dar la vuelta completa, en 1508.

La colonización de Cuba comenzó en 1511, bajo la dirección de Diego Velázquez de Cuellar, nombrado gobernador de la isla y fundador de Baracoa, de Santiago de Cuba (1514) y de La Habana (1519). En menos de cinco años, la población indígena de temperamento pacífico, sistemáticamente masacrada, fue reducida a unas centenas de individuos. Por otro lado, siendo base de abastecimiento para las expediciones españolas hacia México y Panamá, Cuba poseía reservas de oro que fueron rápidamente agotadas. La administración local quedó entonces encargada de promover nuevas actividades económicas: el tabaco, las plantas para hacer tinturas, luego la caña de azúcar conocieron un desarrollo considerable, favorecido por la importación de esclavos africanos. Especie de base portuaria americana en la ruta hacia Europa, la isla llegó a ser comercialmente muy activa.

Desde el comienzo del siglo XIX, las diferencias entre los españoles y los criollos se exacerbaron. Las autoridades locales debieron hacer frente a las aspiraciones de independencia de todos los pueblos de la América española. En Cuba, el movimiento conoció un verdadero desarrollo gracias a la acción de Carlos Manuel de Céspedes. Rico propietario de un dominio azucarero, francmasón, liberó sus esclavos y llamó a sus compatriotas a la revuelta, constituyendo grupos de manzanilleros y desencadenando la guerra de los Diez Años (1868-1878).

Al final del conflicto perdido por los insurgentes, el pacto de Zanjón (10 de febrero de 1878) acordó importantes concesiones a los cubanos. La isla fue dotada de una cierta autonomía, la esclavitud fue abolida en 1880 y la igualdad de derechos entre los blancos y los negros, proclamada en 1893. Las consecuencias del pacto alcanzaron el dominio político, con la constitución de los primeros partidos políticos, así como al sector económico, ya que las empresas norteamericanas aumentaron sus inversiones en la región.


La independencia


Las reformas puestas en marcha fueron finalmente poco seguidas en realidad, y los cubanos se levantaron de nuevo en febrero de 1895, bajo el mando de José Martí y de los generales Antonio Maceo y Máximo Gómez. Martí y Maceo estaban a la cabeza del Partido Revolucionario Cubano, creado en 1891, en el transcurso de un período cuando los movimientos políticos se multiplicaban: Partido de la Unión Constitucional (1878), Partido reformista (1893), Partido autonomista y Partido liberal (1878). Los Estados Unidos, que controlaban ya el mercado del azúcar cubano, intervinieron de parte de los insurgentes en abril de 1898, precipitando la guerra hispano-americana, provocada por la pérdida del Maine, un navío de guerra americano que España fue acusada de haber atacado. El tratado de París del 10 de diciembre de 1898 puso fin al conflicto, España renunció a su soberanía sobre la isla y un gobierno militar fue puesto en plaza por los norteamericanos.

La república de Cuba fue formalmente instituida el 20 de mayo de 1902, y su constitución integró la enmienda Platt, autorizando la intervención norteamericana en los asuntos del país y la instalación de dos bases navales en Cuba, en contrapartida de privilegios aduaneros.

El 10 de marzo de 1952, el antiguo presidente Batista tomó el poder con el apoyo de la armada. Sostenido los primeros tiempos por los sindicatos y los comunistas, su régimen era el despotismo y la corrupción. El dominio de los capitales extranjeros sobre la economía del país se acrecentó aún: en los años '50, los norteamericanos controlaban el 90% de las minas de níquel ylas explotaciones agrícolas, el 80% de los servicios públicos, el 50% de las vías férreas y, con el Reino Unido, toda la industria petrolera. Una oposición no institucionalizada se desarrolló entonces alrededor de ciertos intelectuales. En 1953, Batista aplastó una tentativa de levantamiento dirigida por Fidel Castro, un joven jurista, que fue puesto en prisión. Reelecto sin oposición al año siguiente, el dictador concedió una amnistía a los prisioneros políticos; Castro eligió entonces exiliarse en México.


La Revolución Cubana


El 2 de diciembre de 1956, Fidel Castro desembarcó en la sierra Maestra con 80 insurgentes. Puestos en jaque por el ejército, los rebeldes pudieron, sin embargo, llegar a la sierra, entre ellos, el Che Guevara, joven médico y revolucionario argentino, compañero de armas de Castro. Durante dos años, esos que serían llamados los barbudos dirigieron una guerilla disimulada contra el ejército gubernamental, asegurándose progresivamente el sostén de una gran parte de la población. Dubitativos sobre la política a seguir, los Estados Unidos suspendieron sus envíos de armas a Batista en marzo de 1958. El éxito de la contra-ofensiva de los insurgentes llevó al dictador a dejar el país el 1 de enero de 1959.

Fue nombrado un gobierno provisorio, con Fidel Castro a la cabeza, un hombre que se decía por encima de los partidos. Rápidamente, fue lanzada una reforma agraria, confiscando tierras a los norteamericanos; las refinerías de azúcar y de petróleo fueron nacionalizadas. La política de grandes trabajos puesta en marcha tenía por efecto resolver el desempleo y pronto debían dar sus frutos programas destinados a mejorar la educación y la salud pública.

En octubre de 1960, Washington impuso a la isla un embargo comercial. La ruptura total de las relaciones diplomáticas se produjo en enero de 1961 y, el 17 de abril, un comando de exiliados anticastristas sostenidos e impulsados por los Estados Unidos desembarcó en la bahía de los Cochinos, al sur de la isla. El fracaso de esta tentativa de invasión aceleró la orientación socialista del régimen.

El 14 de octubre de 1962 estalló la Crisis de Octubre: los Estados Unidos descubrieron en Cuba rampas de lanzamiento de misiles provistas por la Unión Soviética. El presidente norteamericano John F. Kennedy anunció entonces un bloqueo naval de la isla. Después de varios días de negociaciones, durante los cuales una guerra nuclear parecía inminente, el dirigente sovético Nikita Khrouchtchev aceptó restirar sus misiles. En 1965, los gobiernos cubano y norteamericano firmaron un acuerdo permitiendo a los cubanos emigrar a los Estados Unidos. Más de 260 mil personas dejaron la isla antes del fin oficial del puente aéreo en 1973.

En noviembre de 1993, la Asamblea General de la ONU, apoyada por el conjunto de los paises de América Latina, votó una resolución pidiendo el fin del embargo norteamericano y fue depositada una proposición de ley en este sentido en el seno del Congreso de los Estados Unidos, sin éxito.

El descontento general y el agravamiento de la pobreza llevaron al gobierno a impulsar reformas económicas: en julio de 1993, la posesión de dólares, en otros tiempos considerada como un delito pasible de encarcelamiento, fue legalizada y, en octubre de 1994, fueron de nuevo autorizados los mercados paisanos libres.

Para frenar el éxodo de los balseros (500 en 1990, más de 3000 en 1993, 30000 en 1994), se firmaron dos acuerdos con los Estados Unidos, en septiembre de 1994 y en mayo de 1995. Pero la ratificación de la ley Helms-Burton, en marzo de 1996, endureció la posición norteamericana contra el gobierno cubano.

En el dominio económico, Cuba se abrió a las inversiones extranjeras y el turismo. La condena del Papa al embargo norteamericano obligó a los Estados Unidos a suavizar su política de firmeza con respecto a La Habana. Pero los Estados Unidos tomaron medidas de retorsión contra toda empresa extranjera que comerciara con Cuba o invirtiera en la isla. En julio de 1998, sin embargo, después de largas negociaciones, el presidente norteamericano se comprometió a suspenderlas durante un tiempo determinado y en enero de 1999, anunció medidas de suavizamiento del embargo, sin renunciar por eso a su estrategia de aislamiento. Al mismo tiempo, Cuba normalizó sus relaciones con España, Canadá, Guatemala y la República Dominicana.





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