Era el 12 de Octubre de 1492 cuando Cristóbal Colón y algunos marinos echaron una chalupa al mar para desembarcar sobre esta tierra desconocida. Enseguida al llegar a la playa, el Almirante se puso de rodillas y agradeció a Dios. Después enarboló el estandarte de sus soberanos y sacó su espada para cortar algunas ramas. Con este gesto él significó su toma de posesión de esta tierra en nombre de Isabel la Católica y Fernando de Aragón.
Los indígenas recibieron a los españoles con mucha gentileza. Intrigados por las vestimentas de estos extranjeros, los observaban con mucho asombro. Las barbas hirsutas de los españoles los inquietaban igualmente. Eran los indios Tainos quienes poblaban el archipiélago de las Bahamas. Su isla se llamaba Guanahaní. Pero Colón la rebautizó San Salvador, en honor a Dios y fiel a la promesa que había hecho a lareina Isabel, de llevar la palabra divina más allá del Océano.
Cristóbal Colón estaba encantado por la belleza de esta tierra y la gentileza de sus habitantes. Pero lo que lo intrigaba más, era el anillo de oro que los hombres llevaban en la nariz. Su misión no era solamente evangélica. Tenía que llevar a España riquezas que el rey esperaba con impaciencia. Se puso entonces a buscar oro en la isla. Pero no encuentra más que muy poco. Conversando tan bien que mal con los indígenas, Colón creyó comprender que encontraría este metal en abundancia en las otras islas vecinas. Retomó entonces el mar y descubrió una isla grande que él bautizó Hispaniola (Santo Domingo).
La víspera de Navidad, fue la catástrofe. La Santa María, regresando de una exploración, se estrelló contra los arrecifes de la costa norte de la isla. Con sus restos, los españoles construyeron un fortín, bautizado la Navidad, donde Cristóbal Colón dejó 39 hombres que no pudieron embarcar en las dos carabelas restantes. El 4 de enero de 1493, la Pinta, comandada por Colón, y la Niña, dirigida por Martín Alonso Pinzón, retomaron la mar hacia España. Cada unode los dos navíos siguió una ruta diferente, y Pinzón contaba con llegar primero para atribuirse los honores del descubrimiento.
El 15 de marzo de 1493, Colón tocó el puerto de Palos, al lado de Pinzón, quien se afanó en enviar un mensaje a la corte para recibir todos los honores. Pero éste, carcomido por la enfermedad, murió poco tiempo después. Cristóbal Colón fue festejado como un rey y decidió irse a Barcelona donde lo esperaban Isabel y Fernando. Él bien hubiese podido hacer el viaje por la mar, pero queriendo disfrutar de los honores que le hacía el pueblo español, emprendió el trayecto por tierra, a la cabeza de un cortejo constituído por sus marinos, los indígenas desnudos portando plumas y papagayos.
Los Reyes Católicos, aunque impresionados por el cortejo, estaban decepcionados por las "riquezas" traídas por el Almirante. Pasmados por el frío, los pocos indígenas que habían sobrevivido al viaje y a las enfermedades, eran pálidas figuras. Los papagayos desplumados fueron no mucho más afortunados. Y los pocos objetos en oro que Colón presentó a los monarcas españoles no eran suficientes ni para reembolsar los gastos de la expedición.
Sin embargo, el rey Fernando lo confirmó en su rango de Almirante de la Mar Océano y de Vice Rey de las Indias (ya que es esta tierra la que él pretendía haber abordado). Guardándole toda su confianza, el rey le acordó financiar una nueva expedición.
El 25 de septiembre de 1493, Cristóbal Colón dejó el puerto de Cádiz con 17 carabelas y 1500 hombres. Marineros, aventureros, hidalgos. Todos soñaban con oro y conquistas. Siguiendo más o menos la misma ruta que durante su primer viaje, Colón descubrió las Antillas Menores (Martinica, Dominica y Guadalupe), y volvió a Hispaniola.
Pero una gran contrariedad lo esperaba allá. El fuerte incendiado de la Navidad estaba en ruinas. Los cadáveres cubrían el suelo. Los indígenas en otro tiempo agradables, no escondieron su hostilidad contra Colón y sus hombres. Qué había pasado? Desesperado, Colón decidió retomar el mar. Fundó Isabela, la primera ciudad del Nuevo Mundo. Pero los españoles debieron enfrentar a las tribus indígenas, mucho más temibles que los apacibles Tainos de San Salvador o los temerosos Arawaks de las Antillas. Los Caribes que frecuentaban estas islas revelaban ser comedores de hombres.
Los españoles soportaban mal el clima y muchos sucumbieron a las enfermedades. Y para colmo de la mala suerte el oro seguía sin encontrarse. Colón decidió entonces regresar a España, confiando a su hermano Bartolomé la tarea de Gobernador.
De retorno a Sevilla en 1496, Colón tuvo cada vez más dificultades para conservar la confianza del rey. Pero aceptó financiar una tercera expedición. El 30 de mayo de 1498, Colón puso rumbo a las islas del Cabo Verde y después de dos meses de travesía, llegó a una tierra, el 31 de julio, que él llamó Trinidad. Algunos días más tarde, él estaba en la desembocadura de un gran río: el Orinoco. Colón había por fin puesto los pies sobre continente americano. Pero cometió un error monumental. Creyendo encontrarse una vez más en una de las numerosas islas del Mar de los Caribes, no empujó muy lejos la expedición terrestre. Pero cómo un geógrafo consumado como Colón ha podido equivocarse a ese punto? El río que Colón descubrió tiene un caudal tan importante que no puede en ningún caso encontrarse en una isla sino en un vasto continente. Así Cristóbal Colón no sabría jamás que había descubierto América, tanto estaba persuadido de encontrarse en los archipiélagos próximos a la India. Y para él los indígenas que poblaban estas tierras eran Indios.
El 31 de agosto de 1498, estaba de nuevo en la Hispaniola donde la situación era catastrófica. Los hombres tenían en su mayoría sífilis y se peleaban entre ellos. Bartolomé, el hermano de Colón, había revelado ser un ruin gobernador. El Almirante volvió su cólera contra los indios a los que persiguió y envió como esclavos a Cabo Verde y a las Canarias.
En Cádiz, la reina Isabel no podía soportar que se maltrate a estos nuevos sujetos. El 25 de mayo de 1500, Francisco de Bobadilla desembarcó en la Hispaniola y, bajo orden del rey de España, hizo arrestar a Colón y lo reenvió a España, encadenado en el fondo de la bodega de una carabela. En Cádiz, Colón debió enfrentar la justicia real. Pero la reina le guardaba aún estima y lo salvó. Se le devolvió su título de Almirante, pero perdió el de Vice-rey de las Indias. Siempre persuadido de poder encontrar una ruta hacia las Indias en medio de todas esas islas, él logró convencer al rey Fernando de financiar un cuarto viaje.
El 11 de mayo de 1502, dejó Cádiz con 4 carabelas.Pero se perdió entre Hispaniola, Cuba, Honduras y Panamá, sin pensar un solo instante que se encontraba frente a un continente. En junio de 1503, agotado, carcomido por la malaria, cegado por la sal marina, encalló en Jamaica donde esperaría un año antes de que se le socorriera.
El 7 Noviembre de 1504, desembarcó sin gloria en España, algunos días antes de la muerte de la reina Isabel. Abandonado, Cristóbal Colón murió el 20 de mayo de 1506 en Valladolid en la indiferencia. Durante todos estos años había vivido pensando haber descubierto una parte de las Indias mientras que tenía en frente de él el Nuevo Mundo. Pero este descubrimiento, un amigo de Cristóbal Colón, el florentino Américo Vespucio, iría a apropiárselo. En 1499 partió sobre las huellas del Almirante hacia Venezuela. En 1506, poco tiempo después de la muerte de Colón, publicó un relato, "Mundus Novus", en el cual pretendía haber tocado primero el continente en 1497. El cosmógrafo alemán Waldeseemüller, engañado por Vespucio, bautizará el Nuevo Mundo Americi Terra.
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