Descubrimientos arqueológicos indican que la colonización de los Andes bolivianos por el hombre remonta a unos 21.000 años. Desde el siglo VII antes de nuestra era al 1200 d.C., el centro del Imperio Tiahuanaco ocupaba la alta meseta boliviana, cerca del lago Titicaca y estaba poblado de indios: Aymaras, Chiquitos y Quechuas. Después, durante el período que va del siglo XIII al XVI, la región fue incorporada al Imperio inca. Estas primeras civilizaciones fueron el origen de eras culturales predominantes.
El Alto Perú, que correspondía al territorio de la actual Bolivia, fue conquistado en 1538 por el conquistador español Pizarro, y la región fue incorporada al Virreinato del Río de La Plata. Con la instalación de los colonos españoles, fueron fundadas numerosas ciudades: Chuquisaca (hoy Sucre), Potosí, La Paz y Cochabamba. Comenzaron a ser explotadas numerosas minas de plata y el territorio llegó a ser uno de los centros más prósperos y más poblados del imperio español. Potosí, que poseía minas muy productivas, fue el centro de este desarrollo.
Sin embargo, Bolivia fue una de las primeras colonias españolas en rebelarse. Las revueltas se multiplicaron y fue finalmente después de la victoria de Sucre en Ayacucho que la región obtuvo su independencia, el 6 de agosto de 1825, y tomó el nombre de Bolivia el 11 de agosto del mismo año. Una constitución, redactada por Simón Bolívar, quien había estado al frente de la revuelta, fue adoptada en 1826.
Desde el comienzo de su existencia como estado independiente, Bolivia tuvo períodos de inestabilidad política. El primer presidente, el general Antonio José de Sucre, fue expulsado del país después de haberse mantenido sus funciones durante solo dos años. El país sufrió después varias décadas de luchas entre diversas facciones, de revoluciones y de dictaduras militares. A esto se agregaron conflictos con los países limítrofes, como Chile, Paraguay y Brasil.
En efecto, el desierto de Atacama fue objeto de conflictos entre Chile y Bolivia; era reivindicado por cada uno en razón de sus ricos yacimientos de nitrato. En 1879, Chile se apoderó del puerto boliviano de Antofagasta: ese fue el punto de partida de la guerra del Pacífico (1879-1883). Bolivia y su aliado, Perú, fueron vencidos por Chile. El territorio boliviano fue entonces despojado de sus posesiones sobre la costa y perdió todo acceso al mar. En 1935, la guerra del Chaco concluyó con la cesión de una parte del Chaco al Paraguay.
En política interior, los gobiernos se sucedieron rápidamente, caracterizándose por la inestabilidad política: golpes de Estado, guerras civiles y revoluciones.
En abril de 1952, uno de los fundadores del Movimiento nacionalista revolucionario (MNR), Víctor Paz Estenssoro, llegó a la presidencia de Bolivia. Bajo su dirección, el gobierno entró en una era de reformas económicas y sociales, cuyas principales características fueron la nacionalización de las compañías mineras y la redistribución de las tierras. Paz Estenssoro intentó también instaurar el sufragio universal (en particular con la extensión del derecho de voto a los Amerindios) y desarrollar el sistema de enseñanza. Sin embargo, la economía boliviana sufrió la caída regular de la cotización mundial del estaño, así como de la inflación. Paz Estenssoro fue derrocado por un golpe de estado, en noviembre de 1964, a continuación de una insurrección de mineros. Su gobierno fue reemplazado por una junta militar, dirigida por el lugarteniente general René Barrientos Ortuño.
El nuevo gobierno militar instauró entonces una política económica conservadora y reprimió los movimientos de guerrilla antigubernamentales, concentrados en las regiones mineras montañosas. Así el ejército boliviano derrotó a los revolucionarios en octubre de 1967, en una batalla cerca del pueblo de Vallegrande, en el curso de la cual el Che Guevara fue capturado, y ejecutado poco tiempo después.
En agosto de 1971, el coronel Hugo Banzer Suárez tomó el poder apoyándose en el ejército.
En octubre de 1982, Hernán Siles Zuazo fue instalado en la presidencia por el poder militar. El constituyó un gobierno de unión popular, pero su acción fue paralizada por la agitación social.
En 1985, Victor Paz Estenssoro regresó al poder, pero debió hacer frente a una situación económica catastrófica. Sin embargo, logró enderezar la economía y reducir la inflación, introduciendo medidas de austeridad y recurriendo a inversores extranjeros.
En 1989, fue Jaime Paz Zamora quién devino presidente de Bolivia. La elección presidencial de junio de 1993 fue ganada por un empresario minero, Gonzalo Sánchez de Lozada.
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